¿Qué pasa cuando soñamos con nuestro ser querido?

Al soñar con un ser querido que ha partido, sentimos liberarnos de nuestros lazos de “angustia” y la mente descansa; otras veces, revivimos situaciones que nos permiten encontrar la solución a los “problemas” cotidianos o preocupaciones “dolorosas” que nos dejan la pérdida. También podemos recibir informaciones que pueden ser simbólicas, mensajes directos; y nos llevan a conectar, hablar, ver y sentir a nuestro ser querido.

Es importante recordar que no todas las veces que soñamos con un ser querido que ha fallecido, significa que hemos tenido una comunicación directa con ellos. A veces simplemente se trata de un recuerdo o de una vivencia compartida, lo cual ayudará a sentirnos aceptados a la pérdida.

Se puede decir que los sueños son un encuentro maravilloso que no deseamos que finalice; que nos permite expresar lo que sentimos en un segundo, recibir consuelo y amor. Otras veces, soñar con ellos, es un deseo. Quién haya vivido y sobre todo, quién recuerde sus experiencias sabrá que son distintas a un sueño cotidiano.

Disfrutemos todo lo posible de los encuentros con nuestros seres queridos mientras “soñamos”. Recordemos que el tiempo y el espacio no son iguales en todos los casos de la vida. Eso hace posible que vivamos experiencias y comunicaciones con los seres queridos que ya no están, que a su vez, siguen vivos no sólo en nuestra memoria, sino en nuestro corazón y alma.

Recuerda: Soñar no es volver a revivir el dolor de la ausencia que nos deja nuestro ser amado, sino es volver a vivir cada momento especial que queda en nuestras memorias.

¿Cómo entender los sentimientos al recibir la noticia de la pérdida de un ser querido?

• Es necesario tener la oportunidad de estar triste, incluso de llorar, si es preciso, y la confianza para manifestarlo ante nuestra familia y amigos.

• El sentimiento de culpa es normal y debemos asimilarlo como parte del proceso de superación del fallecimiento.

• La paciencia es una buena aliada: El tiempo y recuerdo de los buenos momentos compartidos con nuestro ser querido ayudan a asimilar la pérdida.