Vive feliz e ilumina al mundo con tu buena voluntad, pues Dios te ama y Él será a tu lado ayudándote y protegiéndote a cada instante.
Padre celestial, hoy me presento ante Ti con un corazón desbordante de dicha a darte gracias por el maravilloso regalo de la vida. Gracias por haber abierto mis ojos en esta mañana a tu maravillosa creación y ante todo gracias, porque eres un Dios bueno, justo y bondadoso que colma mi vida de gozo, bendiciones y prosperidad.
Por favor ilumina mi senda con tu luz, tómame de la mano y llévame por caminos de gloria y buenaventura, aleja el enemigo mal intencionado, la enfermedad, la angustia y los problemas; pero ante todo te pido que me des la fortaleza para seguir adelante aun en las pruebas y dificultades, porque es tu gracia la que me sostiene y donde Tú estás no falta absolutamente nada.
Nos entregamos a tu divina presencia y todo nuestro ser, nuestro hogar y todo aquello que con amor y generosidad nos has dado, lo ponemos bajo tu fiel cuidado.