El estar en pareja, le brinda al ser humano la sensación de calma y refugio, sintiéndose en tranquilidad de vivir un amor correspondido en el cual siempre encontrará apoyo, más aún cuando se atraviesa por situaciones de difícil manejo emocional, como lo es la pérdida de un ser querido.
Sin embargo, para el doliente, el dolor que se genera con la noticia hace que pueda retraerse de las personas que le rodean, resultando confuso para su pareja, quien se atribuye la obligación de acompañar el duelo, pero que debe descubrir la manera correcta de abordarlo, comprendiendo la situación por la cual atraviesa el doliente y así poder establecer su papel de acompañante y apoyo. Esto le permitirá evitar que una buena intención resulte siendo un situación de conflicto.
Vivir el duelo en pareja puede resultar en cierto modo “desesperante”, puesto que quien acompaña al doliente podrá vivir la sensación de impotencia por no poder lograr que a quien le ha hecho el compromiso de “hacerle feliz” sane rápidamente su dolor, puede que los intentos fallidos por subir el ánimo otorguen sentimientos de culpa por no poder hacer más para mejor las cosas…. Sin embargo la clave de este proceso será la paciencia.
En este momento de duelo, es importante pensar en el bienestar de nuestra pareja y asimismo, acompañar al nuevo estilo de vida que trae la pérdida de un ser querido. Pero ¿Cuáles son esos factores que incrementan nuestra fuerza interior para acompañar nuestra pareja en esta vivencia dolorosa?
- Mantente presente: El sentir que “estás ahí” en el momento correcto para compartir silencios, escuchar palabras, limpiar lágrimas, abrazar o simplemente estar, es para el doliente un tesoro invaluable.
Debes recordar que en este tipo de situaciones, tu función no es “levantar el ánimo” de quien sufre, sino estar atento a sus necesidades emocionales, vivir junto a el/ella el proceso.
- Conviértete en un buen escucha: Uno de los errores más comunes que cometemos por desconocimiento, es confundir el acompañamiento con “aconsejamiento”. Descargamos en el doliente el mejor repertorio de frases motivadoras y consejos, sin permitimos conocer en primera instancia que realmente es lo que necesita escuchar.
Evita convertirte en el “consejero que nunca calla” y sé más el escucha que le permite estar tranquilo de sentir y expresas sus emociones sin temor a ser juzgado.
- Cuida de su bienestar: Para una persona en duelo, su mundo se convierte en un lugar “oscuro” en el que suele perder la importancia de cosas que antes le eran valiosas. Puede suceder que pierda el ánimo de arreglarse, se afecte su higiene personal, olvide hacer sus compras personales, olvide alimentarse correctamente o se altere su rutina de sueño.
Como acompañante tu labor podrá enfocarse en garantizar que la persona en duelo no se descuide físicamente mientras logra reponerse emocionalmente.
Ofrécele cocinar para ella, arreglar su casa, hacer sus quehaceres diarios, hazle sentir que aunque su “mundo emocional” tambalee, su exterior se mantiene intacto para soportar su proceso.
- No ejerzas presión: El tiempo de sanación de cada individuo es propio y personal, no pretendas “curar” al otro haciendo cosas que para ti funcionan. Las actividades que ayudan al doliente a sanar, son aquellas que para el cobran sentido y activan en su ser las ganas de actuar por libertad y no porque otro le presiona a hacerlo.
Con el tiempo, le será más fácil adaptarse nuevamente a sus rutinas y recuperar el sentido de la vida por sus propios medios.
No olvidemos, que tal vez nuestra pareja no nos dé una respuesta inmediata a su estado de ánimo, sin embargo, sabemos que la compañía, la comprensión y la paciencia serán los mejores aliados para poder ayudar a nuestra pareja cuando viva esta experiencia que marca y cambia la vida.