El duelo no sólo consiste en atender la ausencia de quien ha fallecido, también es todo lo que se añade alrededor de la pérdida, se trata de entender la forma en que vivimos la vida y el mundo, a partir de ahora. Esto permite que se comience un trabajo interno encaminado a responder una pregunta que marcará el camino del trabajo personal: ¿Cómo quiero vivir mi vida a partir de ahora?
Con esa actitud de observación y aceptación, entendiendo esta última, no como el olvido, sino como un recuerdo que ya no duele, el trabajo a seguir debe estar orientado por algunas actitudes que estamos seguros ayudan a sobrellevar mejor el proceso de duelo:
Reconocer que mi perdida es real y que no puedo hacer nada para cambiar lo sucedido, negarse puede llevarlo al aislamiento.
Procesar las emociones y el dolor de la pérdida, las emociones asociadas a la perdida son la tristeza, rabia, culpa, miedo, debo canalizarlas y no reprimirlas, cuando no expreso las emociones que corresponden al duelo, el cuerpo buscará la manera de expresarlas a veces en enfermedades.
Adaptarnos al entorno en ausencia del ser amado y con una actitud de agradecimiento, en efecto entendemos que no volveremos a verlo, pero los recuerdos y momentos bellos que se compartieron con ellos es lo que nos sana y nos permite tomar nuevos roles. Comer bien, hacer ejercicio y descansar nos ayudará a superar cada día y seguir adelante.
Ayudar a otras personas que también lidian con la pérdida. El ayudar a los demás, nos hará sentir mejor también.
Recordemos y celebremos la vida del ser querido. Recolocar emocionalmente al ser amado que ha partido significa darle un nuevo lugar, elaborar un proceso de duelo no es olvidarlo, es ser capaz de vivir con esa pérdida que tuvimos y conectarnos con la vida.
La elección es propia, cada persona sabe cuál es la forma más significativa de honrar esa relación única y especial que se compartía, no hay una fórmula mágica, el tiempo pone todo en su lugar, mientras tanto, lo importante es seguir recordando con amor a quien ahora nos acompaña desde el cielo.