La pérdida de un ser querido es una circunstancia por la que ningún ser humano quiere llegar a vivir, sin embargo, sucede, y esto puede dejar un “vacío” en nuestras vidas. Así mismo, es doloroso despedirse de esa persona que deja grandes recuerdos.
Aceptar la nueva realidad de vivir con un “vacío” en el alma, recordar y saber que se ha perdido a un ser querido es uno de los retos “más difíciles” de afrontar en la vida como ser humano. Ese sentimiento de pérdida, dolor y tristeza invaden el alma nublando los pensamientos. Parece “imposible” sentir el deseo de volver a sonreír, sin embargo, la vida continúa, el tiempo no se detiene, al contrario, ayuda a aceptar esta perdida.
El tiempo, los recuerdos, los momentos compartidos, en fin, todas estas emociones producidas por la compañía del ser querido ausente, cobran un valor importante para nuestra aceptación, los cuales precisamente son los que llenan de fortaleza nuestras almas y poco a poco no permiten que la luz vuelva a llenar nuestro corazón, enseñándonos a transformar la pérdida en un amor profundo que llevaremos en todo momento, y nos motiva a continuar con la energía para lograr cumplir nuestros sueños, metas y reconstruir todo aquello que le da sentido a nuestra vida.
¿Pero cómo fortalecer nuestra alma y encontrar razones para volver a sonreír?
1. Aceptando: Reconocimiento que la vida y la muerte no dependen de uno.
2. Agradeciendo: Encontremos el valor y el aprendizaje que nos dejó nuestro ser querido.
3. Teniendo fe: Debemos creer que hay algo más grande y valioso que sucederá con el pasar del tiempo.
- Buscando fortaleza interior: Recordemos que solamente se necesita vivir un día a la vez.
- Sentir la sensibilidad: Es permisible sentir dolor y poderlo sanar para poder aceptar nuestra pérdida.
- Ser conscientes: Encontremos una buena razón para seguir viviendo como ellos quisieran.
¡Recuerda! acepta el dolor, reconoce la pérdida y ten tiempo para sanar; de nada sirve sentir enojo o reprochar lo que no se puede cambiar; vive agradeciendo todos los momentos que pasaste con tu ser querido.
“Aceptar la pérdida no quiere decir dejar de sentir dolor, aceptar es vivir a pesar del dolor”