Abrazar… la cura para el alma.

Un proceso de  duelo por pérdida de un ser querido es la experiencia más dolorosa que podemos vivir, nos hace sentir desolados y desamparados… perdiendo una de las necesidades mínimas de nuestra supervivencia: sentirnos seguros.

En el duelo, nos sentimos lastimados y vulnerables ante la inmensidad de la vida, que en un momento así, se muestra como demasiada carga a llevar. Así pues, la importancia de la compañía, se hace tan provechosa, que  encontramos alivio en un gesto simple como lo es un abrazo.

Puede que al darlo no se tenga solución total al estado de ánimo de la persona afectada, pero al recibirlo, su esencia restaura las heridas, alivia su sufrimiento y le permite sentirse protegido y soportado. La acción de abrazar es tocar el alma de la otra persona y brindarle un refugio entre nuestros brazos, es un gesto pequeño pero lleno de sentimientos que sana y recompone a nivel emocional.

Por eso cada abrazo lleva consigo diferentes intenciones pero con un momento simbólico entre la persona que lo da y la que lo recibe. En este caso, en un escenario de frustración, tristeza y melancolía por la pérdida de nuestro ser amado. Un mensaje que todo el mundo percibe pero que solo nosotros entendemos.

Es importante darnos cuenta que: el  abrazar también favorece la secreción de sustancias como las endorfinas, que generan bienestar en el cuerpo humano. Por tanto, los abrazos nos dan alegría. Recuerda regalar abrazos es sanar los cuerpos y las almas de las personas que llevemos un proceso de duelo por la pérdida de un ser querido.

Pero …¿Qué beneficios nos trae los abrazos en un momento difícil como es el fallecimiento de un ser querido?

1. Disminución del estrés.
2. Sensación de seguridad y protección.
3. Ayuda a nuestra autoestima.
4. Transmisión de energía y fortaleza.
5. Mejora de las relaciones interpersonales.
6. Promueve la sensación de tranquilidad.

Pero lo transcendental en un proceso de duelo por fallecimiento; no es solo recibir abrazos, sino también darlos, y pedirlos si es necesario. Aunque estemos en un momento donde no vemos salida alguna a esta tristeza y vacío que nos deja nuestro ser querido, debemos ser conscientes que la ayuda de un apoyo emocional nos fortalecerá o por un momento podemos sentir protección  y compañía para este nueva adaptación de vida  que comienza por la ausencia de nuestro ser querido.