Confía y vive este día con alegría, pues la oración que nace del corazón siempre encuentra respuesta en Dios.
Amado Dios, hoy me despierto lleno de dicha y emoción a darte gracias porque un nuevo amanecer ha llegado. Qué hermoso es poder despertar, abrir los ojos y disfrutar de tu maravillosa creación.
Gracias porque tengo un hogar para descansar, porque hay comida en mi mesa, y zapatos en mis pies. Me has dado una bella familia y en cada instante de mi vida puedo sentir tus hermosas bendiciones a mi alrededor.
Señor, en este sábado acudo a Ti para entregarte mis luchas, mis necesidades, mis problemas y también mis ilusiones. Es en Ti donde están mi vida, mi esperanza y mis más grandes victorias, pues yo soy cómo aquel campo de trigo, que solo bajo tus cuidados puede dar abundante cosecha.
Me pongo en tus manos Señor y en tus manos también pongo la vida de mi familia y las personas que amo. Por favor cúbrenos con tu hermoso manto de luz y de amor, ilumina nuestro camino y guía nuestros pasos por senderos de dicha, triunfos y milagros.
Nuestros días solo son plenos y felices si Tú estás con nosotros, por favor nunca te apartes de nuestra vida.