Confía y vive este nuevo miércoles con alegría, pues Dios escucha las oraciones que nacen del corazón noble y siempre responde con generosidad y abundancia.
Amado Dios, hoy me levanto, tengo salud, tengo vida, tengo miles de bendiciones y miles de razones para darte gracias. Te agradezco por el descanso que me has otorgado y por permitirme ver la luz de un nuevo amanecer. Te doy gracias de corazón por la comida que pones en mi mesa, por el techo que me protege y por cada una de las personas que amo.
Te pido también por todos aquellos que inician este miércoles con dificultades o preocupaciones, especialmente por todos mis familiares y seres queridos. Señor, te suplico que derrames una lluvia de bendiciones sobre el mundo que tanto necesita de Ti y que cada vez más personas puedan sonreír.
Inicio mi día con la certeza de que mi oración ha sido escuchada y que quien a Ti se acerca con humildad y esperanza recibe respuesta a sus suplicas. A tu santo nombre encomiendo cada una de mis acciones y sé que con tu amorosa protección no tendré nada que temer, Amén.