La fe en Dios no hace que las cosas fáciles, pero si las hace posibles. Pon este día en las manos del Señor y Él será poniendo sus maravillosas bendiciones en tu vida.
Señor mío y Dios mío, en la mañana de este domingo me acerco hasta Ti para darte gracias por haber cuidado de mí y de mi familia en la noche que ya pasó y por permitirnos disfrutar de este nuevo día que seguramente traerá consigo muchas oportunidades para crecer, amar, confiar y ser feliz.
Gracias Señor por tantas cosas maravillosas que Tú haces en mi vida y en mi hogar. Gracias por tu luz, por tu amor, por tu constante compañía y tu generosa provisión.
Padre celestial, en esta mañana quiero pedirte humildemente que cuides de mí, de mi familia, que nos cubras con tu manto sagrado y que nos mantengas siempre a salvo de todo mal y peligro.
Por favor mira nuestras ilusiones, nuestros temores y nuestras necesidades. Sopórtanos en la dificultad, consuélanos en la tristeza y celebra con nosotros todas nuestras victorias.
Por favor ilumina nuestras mentes y danos la fe necesaria para aceptar tus designios aunque no los comprendamos completamente y sean contrarios a nuestros anhelos o expectativas.
Ayúdanos a confiar aun cuando resulta más fácil recurrir a la duda y danos la paciencia para aguardar por las grandes bendiciones que Tú tienes para nuestras vidas, pues tus planes son perfectos y tus tiempos siempre son precisos.
No permitas que olvidemos que las cosas más bellas y grandes que Tú nos regalas no se pueden ver, ni siquiera palpar; solo se pueden sentir con un corazón confiado y disfrutar en medio de la alegría que se encuentra en tu compañía.
Amado Dios, gracias por este nuevo día que me das. En tus amorosas manos pongo mi vida, la vida de mi familia, todos nuestros anhelos y nuestras batallas. Por favor cuida de nosotros, danos tu sublime bendición y permítenos vivir un domingo en descanso, paz, bienestar, propósito y prosperidad, Amén.